Adoptar animales de compañía es una gran responsabilidad, y este tema es vasto, ya TODO ANIMAL ha publicado varios temas al respecto y muchos quedan aún por tratar, sin embargo lo más importante siempre es recordar que un animal, aunque sea llamada mascota es un ser vivo que tiene derechos como todos nostros.
Por esto es precisamente por lo que muchas asociaciones protectoras pugnan, por que sean respetados, no se trata tampoco de humanizarlos, pero si de respetarlos como seres vivos que son y darles una buena calidad de vida.
Por ello hoy TODO ANIMAL ha rescatado para ustedes este pequeño texto de el Tiempo
Los animales tienen derechos y sus amos obligaciones con ellos
Estos dos aspectos suelen olvidarse en algunas ocasiones, así que le contamos qué modos de proceder constituyen maltrato o negligencia con ellos.
En ese sentido, Martha Ciro, presidenta de la Asociación Defensora de Animales y del Ambiente -Ada-, explica que con frecuencia "se olvida que los animales son seres vivos, que tienen sentimientos y necesidades, que generan vínculos y que experimentan dolor".
Y aunque suene obvio recalcar que son seres vivos, el hecho de que esto se pierda de vista es lo que hace que se vulneren la mayoría de los derechos de los animales por considerarlos más como objetos o juguetes pasajeros.
"El maltrato empieza cuando una persona adquiere una mascota por satisfacer un capricho momentáneo y no piensa en el futuro del animal y los años que vivirá", asegura Marcela Ramírez Cruz, presidenta de la Red de Protección Animal y Ambiental -Redpa-.
Esto implica que si, por ejemplo, a los seis meses de tener en casa un perro, la familia se va a mudar y se da cuenta de que no tendrá espacio para él, opta simplemente por regalarlo o abandonarlo, con lo cual se estaría ignorando el principio fundamental de la tenencia responsable de animales de compañía.
Las expertas señalan estos comportamientos como maltrato: Abandonarlo bajo cualquier circunstancia: vejez, enfermedad, falta de tiempo, etc. No aplicarle el esquema completo de vacunas y refuerzos anuales.
No brindarle servicios veterinarios cuando los requiera. No esterilizarlo, más aún si los dueños no se van a hacer responsables de las crías. Privarlo de convivir con la familia. Es decir, tenerlo aislado, sin darle afecto.
Agredirlo físicamente; desde golpearlo con la mano o con otros objetos, darle patadas, dejarlo caer, hasta herirlo con objetos cortantes, quemarlo, ahogarlo, envenenarlo, fracturarlo, etc. No darles comida ni agua.
Pasearlo sin correa y sin placa de identificación, exponiéndolo a que se pierda o lo atropellen en la calle, por más adiestrado que esté. Violar a las hembras. No darles un lugar adecuado para dormir.
Mucho por hacer... para evitar el maltrato animal
Martha Ciro, presidenta de la Asociación Defensora de Animales y del Ambiente, sostiene que hacen falta sanciones más fuertes para aquellos que agreden a los animales, pues en Colombia, la ley 84 de 1989, considera infracciones mas no delitos con consecuencias penales los atentados que se cometen contra los animales. Además, por la antigüedad de la ley, las infracciones son castigadas con multas en pesos y no en salarios mínimos legales vigentes.
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