La historia de Fifi: Mucho más que una perra de asistencia

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Ella y su amo viven en constante y perfecta armonía, en una coreografía de comandos y obediencia, que pone de manifiesto los muchos méritos de la perrita

Ella es Fifi una mezcla de labrador con dálmata

Ella no puede tomar sus dictados ni servirle una taza de café,  tampoco puede contestar sus llamadas ni administrarle la agenda o recogerle la ropa en la lavandería, sin embargo No Ramón L. Nevárez, su cuidador, tiene la absoluta certeza de que jamás encontrará otra asistente personal tan comprensiva y leal como la que tiene ahora. 

Su nombre es Fifi, y funge como su perra de asistencia, Ramón la describe como una extensión de su propio ser.

El amor que ella siente por él se hace evidente  en cada mirada del can y cada meneo de la cola.

Ella es, por ponerlo de otro modo, como su propia sombra. Y él, sin ella, ya no podría vivir.

El uno para el otro

Fifi, una mezcla de Dálmata con Labrador Retriever, le regresa a Ramón todo el cariño que él le prodiga como si supiera que, gracias a él, ella tiene una razón de ser más allá de sí misma.

Nevárez, quien se desempeña como instructor, entrenador y especialista en comportamiento animal en la Federación Canófila de Puerto Rico (FCPR),  conoció a Fifi  precisamente como consecuencia de sus labores y gracias a un perro llamado Popeye.

Ramón se vale de un bastón para poderse mover, y Fifi entoende que la movilidad de él es limitada y por ello cuando se cae algo o hay que buscar, la perra lo hace por él.

Fifi incluso es capaz de apagar las luces, buscar las llaves cuando no las encuentra Ramón, e incluso puede buscar agua y refresco de la nevera.

Orgullo de una gran capacidad

Ramón indicó que cuando sale de compras con Fifi, ella es quien pone los artículos en el carrito de compras, su cuidador sólo le señala con el bastón lo que desea o necesita y ella lo toma.

Pero Fifi no sólo es la ayudante personal de Rmón, también es una gran amiga y compañera, sino que disfruta de mostrarle a su compañero de vida sus grandes habilidades y de ahí que saliera el Show de Fifi.

Esta inteligente perra demostró que no es necesario ser pura sangre para tener esas grandiosas habilidades de asistir a personas con capacidades limitadas y sobre todo de hacerlo feliz. (Información de Primera Hora)

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