Ayer publicamos que se han detectado falsos veterinarios en las campañas de vacunación y que lejos de ayudar y proteger la salud de nuestros animales la podrían perjudicar al inyectarles cosas dañinas, y en el mejor de los casos, agua.
Sin embargo, las cosas a veces van mucho más allá. Hoy acudí al centro veterinario por los resultados de una citología que le hiceron a mi perrita Shaky, pues presenta una "bolita" a la altura de su garganta.
Como recordarán, hace cinco años inició con cáncer de mama, se le realizaron un par de mastectomías y todo salio bien, pero esta bolita preocupó un poco a los doctores, pero no fue nada grave, solo un pequeño moretón interno ´cúmulo de sangre encapsulado que no daña su salud, aunque por su edad, también ha desarrollado un soplo en el corazón que lo ha agrandado de tamaño.
Hasta el momento nada de qué preocuparse, a menos que se caiga por fátiga tendré que correr a urgencias y si se desmaya será su eterno final, primero dormirá y luego presentará un paro respiratorio que no le causará molestias porque estará profundamente dormida, me advirtió la especialista.
Usé este ejemplo para ilustrar lo bien que un MVZ profesional explica a los cuidadores de pacientes la situación en la que se encuentra su perro o animal de compañía, mientras que aquellos que se hacen pasar por especialistas certificados, incluso pueden ofrecer ir por el animal a su casa, pero jamás entregan al cuidador una receta o factura en donde se incluye la cédula profesional ni dan explicaciones de ningún tipo.
Mientras esperaba a entrar a consulta, conocí a una señora de edad media-avanzada, traía consigo una perra Pastor Alemán, cuando menos pura en un 98%, la canina saltaba chillaba para que la señora jugara con ella, se mostraba feliz, aunque un poco nerviosa.
Su nombre es Jakie y tiene siete años, pero lucía mucho más jovial.
Al platicar con la señora, me enteré que era una perrita rescatada del maltrato y crueldad de la calle, según comento, le habían informado que Jakie sí tenia dueña, y que era una mujer que vive a un par de cuadras donde la señora.
Pero Jakie parecía ser hija de la calle, "cuando la encontró mi hija estaba muy flaca, como él (señaló a un cocker sano, pero que era demasiado delgado para ser un P. Alemán), estaba llena de tumores, jamás la habían bañado, olía muy mal y me dio tanto asco el olor que aún al día siguiente yo iba vomitando, solo atine a mi marido a decir que algo me había caído mal, sino no habría permitido que siguieramos ayudando a Jakie".
Al borde de la muerte
Según relató la señora, Jakie tenía varios tumores en la vulva y las tetas muy grandes, "parecía que apenas hubiera terminado un destete, y la vulva llena de bolas por tanta cruza que tuvo ahí sola, en la calle".
La mujer recordó que la perra estaba tan mal y olia tan feo que ningún taxista quería llevarla al veterinario, así que salió y encontró a uno que le ofreció ir por la perra, ella confió en el y se la dio.
"Era sábado, me quedé con mi hija para arreglarle la zotehuela a la perrita y no tiviera frió, ni se fuera a moja o le diera el sol muy directo, en eso salgo a comprar algo y me encuentro a la vecina quien me preguntó por Jackie, le dije que ya la iban a atender y le dije con quién la había llevado, al momento ella me dijo, NO, traiganla de nuevo, ese no es veterinario, me mató a mi perro".
Entonces la señora y su hija acudieron rápido por Jackie y le solicitaron al supuesto MVZ sus papeles, a lo que el le contestó que no los tenía porque lo avalava otro MVZ, pero que en ese momento no estaba, "afotrunadametne apenas la habían bañado y no le habían hecho nada, así que regresamos a la casa con Jakie".
Luego ya buscaron a otro MVZ certificado quien le quitó los tumores y le aplicó cinco quimioterapias, aún le faltan algunas para reponerse en su totalidad, pero va muy bien.
La señora dijo que no saben si se la quedarán o le buscarán un hogar porque su hija no tiene tiempo de atenderla, "lo unico que nos importa ahora es salvarla y que tenga buena salud, ya subió mucho de peso y nos dicen que eso es muy bueno, antes pesaba 20 kilos y ya pesa 32", concluyó contenta.
Jackie logró ser rescatada a tiempo de un seudoveterinario que terminaría con su vida, o sólo habría prolongado su vida de sufrimientos, por eso, antes de llevar a tus compañeros de vida con un MVZ asegúrate que tengan una cédula profesional y recuerda que ningún médico de ningún tipo puede avalar a otro, cada quien debe tener su certificado que lo avale personalmente.
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Sara Arellano (Editorial)
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