martes, 7 de junio de 2011

Las aves en el Día mundial del Medio Ambiente

TODO ANIMAL

La Fundación Migres, coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, que se ha celebrado este domingo, día 5 de junio, ha finalizado el seguimiento y posterior análisis de la migración primaveral de las aves planeadoras, actuación iniciada el día 1 de febrero y enmarcada en el Programa Migres de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, y en el que ha detectado 63.791 aves de 25 especies distintas.

   Los resultados obtenidos en esta temporada 2011 indican que nueve especies de aves planeadoras dominan la migración prenupcial de este grupo, con más del 99 por ciento de los registros, en concreto el milano negro (Milvus migrans), abejero europeo (Pernis apivorus), cigüeña blanca (Ciconia ciconia), culebrera europea (Circaetus gallicus), aguililla calzada (Aquila pennata), buitre leonado (Gyps fulvus), gavilán común (Accipiter nisus), cigüeña negra (Ciconia nigra), y alimoche común (Neophron pernocterus), según ha informado en una nota la Fundación Migres.

   En total, se han contabilizado 63.791 aves de 25 especies distintas, en concreto, 35.325 aves en el Observatorio de Punta Carnero y 28.466 aves en el de Cazalla. En este sentido, destaca los 28.216 ejemplares de milano negro, los 10.447 de culebrera, o los 7.059 de abejero europeo.

   Por otro lado, explica que el Estrecho de Gibraltar es durante la primavera uno de los lugares más importantes para la entrada de aves a Europa y el lugar idóneo para el estudio de la migración de numerosos grupos de animales. Por su estratégica situación, separando dos continentes y conectando dos grandes masas de agua, el Estrecho funciona como puerta de enlace para muchas especies de aves migratorias.

   Las aves migratorias de Europa Occidental que tras criar comienzan la denominada migración otoñal y su viaje hacía el sur, se encuentran con una barrera difícil superar, el mar. De la misma manera, una vez finalizada la época invernal, aquellas supervivientes que retornan a sus zonas de cría durante la migración primaveral deben afrontar de nuevo el gran salto en una zona donde el continente europeo y el africano llegan prácticamente a tocarse.

   La inclusión del seguimiento primaveral en el Programa Migres, materializada en 2007, permite estudiar de manera global la evolución de las poblaciones de rapaces y cigüeñas de España y del resto de Europa Occidental, así como realizar un seguimiento a largo plazo del fenómeno migratorio en el Estrecho de Gibraltar. Además, permite conocer de esta manera la fenología de las aves, sus patrones horarios, rutas de entrada y tiempos de estancia en los cuarteles de invernada; y obtener "sólidas" estimaciones sobre las cifras totales de ejemplares que utilizan este estratégico paso en sus movimientos migratorios, contribuyendo de esta manera a garantizar su conservación.

   La mayoría de las especies de aves rapaces que cuenta la Fundación Migres a su paso por el Estrecho de Gibraltar se establecen durante el invierno en la zona del Sahel occidental, al que llegan tras cruzar la barrera del desierto del Sahara, y utilizan como cuarteles de invernada los países de Mauritania, Senegal, Gambia y Guinea, entre otros.

   En el viaje de regreso hacia Europa, al inicio de la primavera, las aves migratorias siguen su impulso de regresar al lugar del que proceden para alimentarse y reproducirse, llegando incluso algunos ejemplares a criar en el mismo árbol en el que nacieron.

86 KILÓMETROS POR HORA

   Respecto al milano negro, la especie de ave rapaz más abundante del viejo continente, esta primavera han pasado por el Estrecho de Gibraltar más de 28.000 ejemplares. El milano negro cría en toda Europa y pasa los inviernos, según revela la información proporcionada por la aves anilladas, más al este del Sahel, en Costa de Marfil, Togo y Nigeria, principalmente.

   Sobre esta especie, los datos proporcionados por un ejemplar de milano negro que portaba un emisor satelital indicaron que, tras pasar el invierno en Mauritania, llegó a Alemania después de recorrer aproximadamente 5.000 kilómetros. Además, el ave invirtió 15 días en llegar desde su zona de cría a su zona de invernada y viceversa, con una media de 250 kilómetros al día y una velocidad media de 86 kilómetros por hora, aunque en una sola jornada llegó a recorrer casi 700 kilómetros. (Información extraída de Europa Press)

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