miércoles, 8 de junio de 2011

Masajes también buenos para perros

TODO ANIMAL

¿Te gusta recibir masajes para relajarte?, seguramente tu respuesta es afirmativa, y lo mismo pasa con tus animales de compañía, pues al igual que los humanos, un buen masaje les proporciona confort y relajación, pues el funcionamiento celular y muscular es igual al de nosotros.

Tal vez no todos podamos llevarlos a lujosos spas, tanto por razones económicas como la poca disponibilidad de estos lugares cerca de donde vivimos, a veces ni a lo largo y ancho de nuestro país, pero si podemos dedicarles un ratio de vez en cuando para acariciarlos y darles un masajito básico, especialmente si son perros pequeños o toy.

El living de Renee Lane se transformó en un spa. Las velas parpadean sobre la mesa ratona; el aceite de lavanda perfuma el aire; se oye música suave de guitarras. Grace, el perro toy de dos años color caramelo de la señora Lane, se sube al sofá. Su tutora le hace una invitación: "¿Querés recostarte con mamá?" Y Grace se pone en posición para recibir su masaje nocturno.

Lane respira profundo y comienza a hacer largas caricias por el lomo de Grace. Con sus pulgares masajea alrededor de los hombros del perro, y después trabaja los músculos de las patas. Tras 20 minutos de masajes, Grace queda en un estado de éxtasis canino, con los párpados caídos y la lengua colgando.
"A Grace le encanta, se derrite de felicidad", dice la señora Lane, de 43 años, especialista en Relaciones Públicas y consultora de desarrollo comercial para una empresa de Nueva Jersey. "Quiero tenerla cerca el mayor tiempo posible, y creo que eso va a mantenerla saludable. Ella me ayuda a reducir el estrés; entonces, ¿cómo no voy a devolverle su ayuda?"

Esa es una pregunta que se hacen algunos tutores de perros -e incluso de gatos-, basándose en la idea de que un masaje para animalesconfiere el mismo beneficio que uno para humanos: activa la circulación sanguínea, mejora la digestión, fortalece el sistema inmunológico, alivia el estrés, brinda mayor comodidad al final de la vida y relajación muscular tras un día muy agitado.

Algunos tutores de animales se burlan de la idea. ¿Qué tiene de malo la antigua idea de sólo tener un animal de compañía?, preguntan. Y muchos veterinarios no ven muy sólida la evidencia de los beneficios. Pero los talleres de masajes para perros y gatos prosperaron en los últimos años en las tiendas de animales, guarderías de perros, veterinarias, escuelas de masajes, y también en los institutos holísticos como el New York Open Center, en Manhattan, donde Lane y más de 75 tutores de perros tomaron la clase de un día.

Origen, casos, sugerencias

Según los cálculos, sólo unos pocos perros y gatos del país tienen la suerte de recibir masajes. Pero los números pueden ir creciendo. La Asociación Internacional de Masajes y Trabajo Corporal para Animales, un grupo de profesionales con sede central en Toledo, Ohio, ahora tiene más de 500 miembros, y empezó con 200 en 2007. Y una encuesta realizada por la Asociación de Hospitales para Animales de Estados Unidos indica que de más de 1200 tutores de animales de compañía a lo largo de Estados Unidos y Canadá, el número de personas que buscan terapias alternativas para sus animales -incluyendo acupuntura, masajes, quiropraxia y herboristería- subió del 6% al 21% entre 1996 y 2003.

El origen de esta disciplina puede rastrearse en los masajes equinos, tratamiento popularizado en los años 70 y 80 por Jack Meagher, que trabajaba para el equipo hípico de Estados Unidos. A principios de los años 90, un grupo experimentado en masajes equinos o humanos, o en los dos, adaptaron la técnica de Meagher para perros y gatos.

A veces son los veterinarios los que sugieren la práctica a los tutores de los animales. Nanci Sloan Cummings, agente de préstamos hipotecarios en Lake Oswego, Oregon, fue impulsada por su veterinario a probar masajes para Baxter, su collie de 12 años, que tiene artritis. Para ver si podía ayudarlo a recuperar la agilidad, Cummings realizó un taller de masajes de tres horas.

Desde entonces, casi todas las noches coloca una colchoneta en su living, cerca del ficus y del helecho, y realiza la rutina que aprendió: masajear y apretar a Baxter con las manos, acariciarlo y darle golpeteos. "Me siento en el piso, miro American Idol y le hago masajes al ritmo de la música -cuenta Cummings-. Es muy angustiante ver a un animal sufrir al envejecer, y muy gratificante pensar que tal vez uno puede ayudarlo a sentirse mejor. Creo que sólo la atención y el cariño ya son útiles."

Narda Robinson, veterinaria de la Universidad de Colorado, abrió un curso médico de masajes caninos en la universidad en 2008. Cree que los masajes pueden ayudar a los perros a recuperarse de enfermedades, heridas y estrés. Para muchos cuidadores, sin embargo, el objetivo no es terapéutico, sino sólo hacer que sus perros se sientan bien.

Mientras tanto, Jean-Pierre Hourdebaigt, profesor y profesional de masajes caninos, autor del libro Canine Massage: a Complete Reference Manual ( Masaje canino: manual de referencia completa), ofrece algunas sugerencias: "Empezar con una presión suave, que puede incrementarse si el perro parece estar cómodo. Mantener una velocidad constante, para que el animal no se inquiete y se relaje en el fluir de ese ritmo. Para que el masajista esté cómodo, ubicar a nuestro amigo en una mesa. Si se realiza el masaje en el piso, arrodillado, le dolerán las rodillas y la espalda, se tensionará y hará más negativa la experiencia. Y evitar masajear nuestro compañero de vida con otros animales cerca: si hay varios perros en la casa y se toma uno en particular para aislarlo en una mesa mientras los otros se divierten, el beneficiado va a sentir que se está perdiendo algo y no se relajará. Por último, aprender a palpar con el objetivo de descubrir anormalidades. Hay que detenerse al sentir un calor, hinchazón o inflamación inusual en el animal, y consultar a un veterinario". (Información de La nación de Argentina)

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