martes, 15 de febrero de 2011

Ladró hasta deshacerse la garganta y no fue escuchado

TODO ANIMAL

Hoy hay una historia triste,de esas que no deberían pasar pero siguen pasando por la inconciencia de las personas que supuestamente son responsables de animales.

Cuando no quieren más cuidarlos no les buscan un nuevo hogar, muchas veces no les dan ni siquiera la oportunidad de que se busquen la vida por sí mismos, no, simplemente los encierran lejos de todo sin agua y sin comida a donde les espera una meurte segura en no más de una semana.

Algunas veces ladran hasta romperse la garganta a ver si alguien logra rescatarlos de ese martirio, pero al dejarlos apartados de todo, luego nadie puede acudir a su rescate.

Ante estos actos crueles,en algunos lugares como Estados Unidos y algunoa países europeos está penada, y las autoridades buscan hasta dar con quien solía ser el cuidado del animal para cobrarle una cuantiosa multa y dejarle varios días, semanas, meses o años en prisión por su delito.

Pero si aún en estos lugares que está penado sucede, qué se puede esperar en otros lugares donde un animal es visto como un objeto, una mascota (definido como objeto de buena suerte y no con la calidad que merece un ser vivo), o peor aún algo creado para experimentos de laboratorio.

Este es el caso de un perro cruza de Husky, de acuerdo con información del diario la rioja, este ejemplar cuando debería tener unos 30 kilogramos de peso con trabajos llegaba a los cinco, ya con varios días de haber fallecido.

Fue encontrado por una asociación protectora de animales muy tarde, sin aguna, sin comida, y desgañitado de haber ladrado tanto de dolor, de hambre y de sed.

Después del hallazgo, dicha asociación emprendió acciones legales contra el "cuidador" por la vía penal y civil y reclama la responsabilidad administrativa al Ayuntamiento de Logroño por una posible infracción por omisión y dejación de funciones.

El artículo 337 del Código Penal castiga este tipo de actos con penas de tres meses a un año de prisión e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales.

La Protectora de Animales conoció la situación de este animal por los vecinos de Pérez Galdós 18.

Ellos explicaron que el dueño vivía de alquiler en pésimas condiciones higiénicas y un día desapareció dejando al can encerrado y sin comida.

Los vecinos oían los lamentos del perro y avisaron a la Policía que, al parecer, «no hizo nada» y también se dirigieron al Ayuntamiento, Salud y Medio Ambiente. La Protectora se entrevistó con la concejala de Medio Ambiente para que tomase las medidas urgentes.

«De nuevo, ningún organismo hizo nada», lamenta la Protectora que critica «la desidia de la Administración» y anuncia que «no dejaremos pasar este hecho sin más».

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